El Museo Domiciano corona al pintor José Domínguez

El creador marteño es uno de los galardonados de la XIII Bienal de Artes Plásticas de Roma, con un cuadro de última factura inspirado en Nueva York

'Veni, vidi, vici...'. Como el mismísimo Julio César pero sin más ejército que el poder del arte en sus manos, el pintor marteño José Domínguez ha conquistado Roma con su propuesta pictórica.

En esta ocasión, su nombre queda grabado con letras de oro no en un arco de triunfo sino en la historia de la Bienal de Artes Plásticas de la Ciudad Eterna, una prestigiosa cita que cumple su decimotercera edición y en la que el creador jiennense deja más que alto el pabellón provincial. 

"Recogí el premio en Sevilla, de manos de la galerista Victoria Melero; la inauguración de la exposición fue el pasado sábado, pero preferí no desplazarme a Roma porque en mi entorno familiar tengo personas de riesgo y no puedo exponerlos al contagio", explica el artista. 

Sí, se ha quedado con las ganas de acudir a la capital del imperio y tuvo que conformarse con recibir el diploma acreditativo en la antigua Híspalis, que tampoco está nada mal, a la espera de que las medidas anti Covid permitan celebrar la ceremonia de entrega en un acto acorde con la trascendencia del certamen. 

Entretanto, la obra con la que Domínguez suma este nuevo triunfo a su ya copado currículo cuelga en los muros milenarios del Museo Domiciano, un antiguo estadio a más de cuatro metros de profundidad bajo la hermosísima Piazza Navona romana, que destila historia por cada una de sus piedras. 

"Se trata de un cuadro en tonos sepias, muy poco definido, con la ciudad de Nueva York como protagonista", aclara el 'Hopper marteño'. Uno de esos lienzos que tantas satisfacciones le dan últimamente y que cada vez más paredes suspiran por sostener.