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"El equipo de la Escuela Municipal de Teatro se lo ha currado bien"

Por Javier Cano - Junio 05, 2020
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"El equipo de la Escuela Municipal de Teatro se lo ha currado bien"
La directora y miembros del grupo, sobre el escenario. Foto: Escuela Municipal de Teatro Ricardo Iniesta.

Nati Villar Caño está vinculada a la Escuela Municipal de Teatro Ricardo Iniesta de Úbeda desde su creación, hace ahora veinte años. Profesora y actual directora del centro, nunca se imaginó que podría celebrar esta efeméride con un Premio Max entre sus manos: el de Carácter Social, que acaban de concederle a esta entidad por sus valores educativos, formativos, culturales y de promoción de la diversidad "como vías para mejorar la calidad de vida de las personas y la comunidad", en palabras de la SGAE, la institución que otorga estos prestigiosos galardones. 

—¿Cómo han recibido la noticia de la concesión de un premio tan prestigioso como el Max de Carácter Social? 

—Estamos muy contentos, cumplimos veinte años en 2020 y teníamos un amplio programa de actividades que precisamente empezábamos justo tres días antes de que se declarase el estado de alarma; tuvimos que suspenderlo todo, así que esto, para nosotros, es el otro lado del lado oscuro.

—¿Qué supone un galardón tan importante en el mundo del teatro para su grupo? 

—Lo más importante para nosotros (y lo hacemos extensivo a la gente que está haciendo trabajos muy interesantes en la misma línea que nosotros a nivel nacional) es que se reconoce el teatro como un transformador social. Nosotros trabajamos dese la diversidad y apostamos por ella, esto reconoce una forma diferente de entender el teatro inclusivo, no exclusivo como se entiende normalmente. Es una forma de entenderlo desde la diversidad, partiendo desde lo comunitario, del teatro popular, de lo que las personas, de lo que el pueblo necesita.

—Habla usted de otros grupos que trabajan en su misma línea en el resto de España, pero lo cierto es que el reconocimiento se ha venido hasta Úbeda: ¿qué tienen ustedes que no tienen los demás?

—Creo que ha sido porque aunque es verdad que hay otras experiencias (más de danza que de teatro),  se reconoce la gran diversidad que tenemos. Nosotros trabajamos con personas con diversidad funcional mental, física, sensorial, con niños menores de tres años, con inmigrantes, enfermos de alzhéimer... y además es un trabajo comunitario, no parcelamos, no dividimos ni etiquetamos a las personas cuando entran en la escuela: el trabajo es colectivo. Lo mismo te encuentras a un niño de ocho años con una persona de noventa y dos (que es la mayor que tenemos) que a una con diversidad funcional con otra que es médico. Esa mezcla es lo que se reconoce, porque no hay muchas experiencias de este tipo, y mucho menos una experiencia pública, no podemos olvidar que esta es una escuela municipal.

—¿Se imaginaba, en pleno confinamiento por el coronavirus, que tendrían una ocasión para la alegría de esta envergadura?

—No, ni mucho menos, no nos lo podíamos imaginar, nosotros somos un proyecto bastante humilde, también económicamente. En nuestra escuela, por ejemplo, yo soy directora y la única profesora que hay, somos un proyecto pequeño desde el punto de vista económico, pero es verdad que llegamos a muchos colectivos y que estamos haciéndolo extensivo: o sea, que la escuela se ha extendido más allá de Úbeda.

—Un Max abre muchas puertas...

—Nos da caché en el sentido de que, aunque ya se ha contado con nosotros en muchos festivales especializados, aunque tenemos ya muchos premios, es verdad que con este aval podemos llegar a más sitios todavía. Lo que pretendemos es que el sello de identidad propio de nuestra escuela, que el arte comunitario, que es lo que practicamos, por lo que nos dejamos la piel, forme parte de las programaciones culturales de los pueblos y que la cultura deje de ser exclusiva para unos pocos y sea inclusiva, que todo el mundo tenga acceso a ella. 

—Y el resto del equipo, los actores y actrices, la gente de la escuela... ¿Cómo se sienten con todo un Max a sus espaldas?

—Están locos perdidos, muy felices, muy contentos, es gente que se ha dejado la piel en este proyecto, el teatro les ha dado tanto que se han volcado totalmente en él. La verdad es que, humildemente, es un premio muy merecido, porque el equipo de personas que hay en la Escuela Municipal de Teatro se lo ha currado bien.

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COMENTARIOS

Manuel Martínez Moreno

Manuel Martínez Moreno Junio 05, 2020

Felicidades a todos los que han hecho posible este reconocimiento especialmente a Nati Villar Caño y de forma extensiva a quienes trabajan por hacer un mundo mejor. Este año los MÁX lucen el verde oliva de Jaén. Suerte!!

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