La producción mundial de aceite de oliva será menor de lo esperada

Los productores mundiales de oro líquido observan como la falta prolongada de lluvias está afectado a la cosecha, que será menor a lo pronosticado

La falta prolongada de lluvias, las heladas y los incendios. Son los tres motivos fundamentales que esgrime el Instituto de Servicios del Mercado Agrícola y Alimentario de Italia (Ismea) del mes de diciembre para alertar que la producción mundial del aceite de oliva será menor que la esperada. Esto incide directamente en el precio del oro líquido que hoy se paga a 3,351 el virgen extra y 2,998 el virgen, según los datos del Poolred.

La organización agraria COAG alerta de que no sólo la producción mundial será inferior a la pronosticada, sino que el enlace de cosecha con la próxima campaña puede ser muy escaso, teniendo en cuenta el aumento del consumo de esta grasa saludable.

Ismea estima que la producción internacional será de 3,1 millones de toneladas, frente a las estimaciones de 3,3 que auguraban otros informes en meses anteriores, como el del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). Además, evidencia que el descenso medio en Europa se ve afectado por el de España, motivado especialmente por la sequía prolongada. 

ITALIA, PORTUGAL Y GRECIA

En el informe, consultado por COAG, se indica que en Italia se estima una producción de 315.000 toneladas, dando lugar a “otra campaña difícil para el olivar” italiano. Respecto a Grecia, se pronostican 235.000 toneladas, y un descenso de producción del 14%.

Y aunque la producción en Portugal va en aumento, esta podría ascender a 120.000 toneladas (+ 20%), una cantidad que apenas si supone una cuarta parte de lo que se produce en la provincia de Jaén.

En España, como ya se insiste desde hace tiempos por COAG, difícilmente se podrá alcanzar las previsiones del mes de octubre, puestas de manifiesto en la Mesa Sectorial del Aceite de Oliva y Aceituna de Mesa, donde se habló de una cosecha de 1.300.000 toneladas de aceite, debido fundamentalmente a la falta de precipitaciones que está afectando especialmente a los secanos, pero también a los riegos.