Psicología en la piscina

José Miguel de la Torre habilita un espacio en su consulta que incentiva la integración de personas con discapacidad con actividades en el agua

Cambiar el diván por una piscina salina, cubierta y climatizada. Es la propuesta que hace el psicólogo jiennense José Miguel de la Torre en su consulta, ubicada en la urbanización Azahar. La idea es ofertar actividades en la piscina para favorecer la integración de personas con discapacidad y fomentar los lazos entre padres y bebés, entre otros objetivos.

De la Torre acaba de completar una jornada de puertas abiertas a la que han acudido en torno a un centenar de personas. Los servicios de hidroterapia suponen un proyecto que persigue “desde hace años”. Es ambicioso, y abarca un target muy amplio. Las líneas de servicio están pensadas para diferentes tipos de públicos:

1)Bebés. Estimulación acuática temprana. “Trabajamos la motivación para reforzar los lazos entre padres y sus hijos. Además, los pequeños aprenden habilidades básicas de supervivencia”, dice. El aspecto psicológico es fundamental.

2)Jóvenes. El quid es favorecer la integración con actividades acuáticas de jóvenes con algún tipo de trastorno —autismo, por ejemplo— o discapacidad. Al tiempo que nadan hay un trabajo social.

3)Adultos. El acondicionamiento físico es posible con citas como el aquagym. Hay terapia social, y también está abierto a personas con discapacidades físicas o intelectuales.

Dice De la Torre que el concepto "choca": un psicólogo que sale de la oficina a la piscina. Es en realidad un complemento, original y con campo por descubrir.