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EL RETO VIRAL QUE LIMPIA EL GUADALÉN

EL RETO VIRAL QUE LIMPIA EL GUADALÉN

Por Miguel G. Barea - Mayo 04, 2019

El linarense David Díaz gana visibilidad con el fenómeno del trashtag: se desplaza hasta un paraje natural, hace fotos del entorno, recoge todos los desperdicios y luego ilustra una comparativa del cambio en aras del medioambiente

Cuando alguien menciona cualquier reto viral de Internet, lo más común es pensar en acciones que destacan tanto por su excentricidad como por su inutilidad manifiesta. Desde lanzarse un cubo de agua a la cabeza hasta bailar sobre un coche en marcha, la inmensa mayoría conforman modas pasajeras que se limitan a consumir espacio en redes sociales además del tiempo de sus usuarios. Sin embargo, todo parece indicar que el trashtag no encaja en dicha categoría.

El término, que surge de combinar trash ("basura" en inglés) con hashtag ("etiqueta") da nombre  a una dinámica bastante simple, que no sencilla: desplazarse hasta un paraje natural, hacer fotos del entorno, recoger todos los desperdicios que encontremos y tomar instantáneas de los mismos lugares sin basura de por medio. A continuación, basta con subir a nuestras redes sociales una imagen del 'antes' y otra del 'después'.

Poco a poco, el trashtag se ha ido extendiendo por todos los rincones del mundo. En nuestra tierra, uno de los primeros en practicarlo fue David Díaz (Linares, 1974), vecino de la ciudad minera que decidió invertir parte de su tiempo libre en despejar de basura los alrededores del pantano de Guadalén.

COMPROMISO A RITMO DE ROCK

Hablar de David Díaz es referirse a un tipo que destaca por su trato afable y su compromiso social. Trabajador y padre de familia, desde hace 23 años gestiona el Pub Más Madera de Linares, punto de encuentro para rockeros más o menos jóvenes que debe su nombre al famoso álbum de Leño. Hace dos años, un desconocido le envió una carta ánonima y amenazante por haber organizado una fiesta de temática LGBTI. "Esas cosas no son bien recibidas en este pueblo", rezaba el escrito. El evento, por cierto, fue un éxito, y el dinero recaudado se donó a la asociación Todas Trasformado, que lucha por la igualdad social y la integración de las personas transexuales. Más recientemente, él y un compañero se jugaron el tipo para detener un acto de violencia de género en plena calle. David salió ileso, pero su acompañante recibió un puñetazo en la cara antes de que la policía arrestara al agresor.

En cuanto al trashtag, David llegó a él por casualidad. Aficionado a pasear por la naturaleza, siempre tuvo por costumbre recoger los paquetes de tabaco que encontraba por el camino para luego tirarlos a la papelera. Pero no fue hasta hace poco más de un mes, tras la celebración del cumpleaños de su suegra, cuando decidió meterse de lleno en su particular cruzada ecológica.

"Terminamos de comer y decidimos ir a caminar al pantano de Guadalén. Llevaba años sin ir por allí. Y cuando llegamos y vi cómo estaba aquello, dije: '¡Madre mía, qué vergüenza!' ¡Con el sitio tan chulo que hay aquí para ir de campo y lo sucio que está! Había tantos cristales que resultaba peligroso para los niños. Entonces, al día siguiente me lo planteé. Dije, en vez de salir a caminar sin rumbo, voy a ir al pantano de Guadalén a recoger basura. Me compré unos guantes buenos, varias bolsas de basura... y me puse manos a la obra", cuenta.

En su primera excursión le acompañó su familia. Cuando regresó a casa, escribió en su muro de Facebook lo que acababa de hacer, añadiendo las correspondientes fotografías. Horas después, su publicación había sido compartida por 412 personas. Un éxito inesperado que le animó a continuar con su actividad y a organizar otras cinco salidas sin otro propósito que limpiar los alrededores del Guadalén.

 Carteles medioambientales. Foto: cedida.
Carteles medioambientales. Foto: cedida.

ALGO MÁS QUE UNA MODA PASAJERA

El nuevo pasatiempo de Díaz ha sido muy bien recibido entre sus vecinos. Cuando va a comprar el pan, muchos le saludan y se paran a darle las gracias. Incluso en una ocasión que salió a desayunar fuera de casa, una desconocida pagó su cuenta. “Dice que te ha invitado por la labor que llevas a cabo en el campo”, le explicó el camarero.

No obstante, y por increíble que pueda parecer, también cuenta con algunos detractores. “Hay quienes me han dicho que si estoy loco, que por qué hacía perder tiempo a mi hija llevándola a recoger mierda si solo era una niña. Yo le dije que como padre le estaba enseñando unos valores, en este caso a respetar la naturaleza, y que para mí eso no es perder el tiempo", argumenta. Y añade: "Perder el tiempo es, por ejemplo, quedarse horas delante de la pantalla del televisor consumiendo programas vacíos".

En las últimas semanas, varias personas han escrito a David para proponerle organizar una quedada con más gente. En su próxima salida, además de recoger desperdicios, él y su familia colocarán unos carteles de madera en los alrededores del pantano para despertar la conciencia medioambiental de los excursionistas.

Cuando le preguntamos al dueño de Más Madera por qué deberíamos seguir su ejemplo, el linarense lo tiene muy claro. “Con todos mis respetos, creo que haces más por la sociedad limpiando la naturaleza que lanzándote un cubo de agua encima. Además, me gustaría mucho que la gente compartiese la satisfacción personal que me genera esto. Cuando termino, deposito las bolsas de basura en el contenedor y echo la foto para ver cómo se ha quedado todo... simplemente te sientes mejor", dice. "Estoy convencido de que mucha gente me imitaría si supiera el bienestar que te provoca”, concluye. A diferencia de otros retos virales, parece que el trashtag vino para quedarse en la provincia de Jaén.

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COMENTARIOS

Juan Rodriguez Gómez

Juan Rodriguez Gómez Mayo 05, 2019

Aplaudo su iniciativa. Ojalá otros sigamos su ejemplo. Sería buena idea hacer lo mismo en las playas, que hay algunas que dan ascopena....

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