Los embalses 'se ahogan' con unas reservas de poco más del 27%

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir apunta a que la zona de abastecimiento de Jaén ya ha entrado en situación de prealerta por la escasez de agua

Técnicos de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica se encargan, cada cierto tiempo, de medir la calidad de las aguas de baño de la comunidad autónoma. Recientemente estuvieron en Cazorla y la escasez de caudal les impidió tomar muestras en el río Linarejos debido a la poca profundidad. En Arroyo del Ojanco hace más de un mes que tomaron medidas por el problema en sus acuíferos y Aqualia emprendió una campaña de concienciación para hacer un uso responsable del bien líquido.

Y es que los embalses de la provincia cada vez viven más 'ahogados' con las reservas más bajas de la última década. De acuerdo con el último informe de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el agua embalsada es del 27,35 por ciento, con el detalle de que el área de abastecimiento de la zona metropolitana de Jaén ha entrado en situación de prealerta. 

El embalse con peor situación es el Giribaile, cuyas reservas apenas alcanzan el 17,50 por ciento del total de su capacidad. A un 20,9 se encuentra el Guadalén, mientras que el Guadalmena está al 28,02. La infraestructura más importante de la provincia, El Tranco, tiene unas reservas del 37,31. En el lado opuesto, el que mayor cantidad de agua conserva es el Dañador, con un 66,96 por ciento de su capacidad, y el Aguascebas, con un 66,57. 

El año pasado por estas mismas fechas, el organismo de cuenca contaba con unas reservas del 34,07, mientras que en 2019 eran del 35,1. De acuerdo con los datos aportados por al Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, es la peor sequía que se recuerda en la última década. En 2018 las reservas tal día como hoy se situaban en 53,90, mientras que en 2017 eran del 31,45.