Un crespón negro en el manto del centenario

La imagen de la Virgen de la Cabeza luce desde ayer el terno del Centenario, manto, mantolín y saya obra del artista andujareño Pedro Palenciano

Con el despuntar del alba, miles de romeros tendrían que haber emprendido el camino rumbo al Santuario de la Virgen de la Cabeza. A caballo, andando, en carretera o en coche, apenas un puñado de kilómetros separan a la madre de sus hijos devotos. Este año, la patrona de la Diócesis de Jaén vivirá su día grande rodeada de unos pocos afortunados. Pero sentirá el calor de esos miles de devotos que, desde la distancia y al refugio de sus balcones en numerosos puntos del país, gritarán ¡Viva la Virgen de la Cabeza! Lo harán a una imagen que anoche se vistió de luto en señal de dolor por los 22.524 fallecidos a causa del Covid-19.

Durante la tarde noche del viernes, la Virgen fue cambiada por los hermanos mayores de la Cofradía Matriz de Andújar, Antonio Barrios e Isabel Barrios. Para una fecha tan señalada la Virgen luce el terno del Centenario. Manto, mantolín y saya obra del artista andujareño Pedro Palenciano. Están bordados en oro fino sobre tisú de plata y que fue estrenado en el Año Jubilar de 2009, en conmemoración del Centenario de la Coronación Canónica.

Tal y como informa la Cofradía Matriz, porta el juego de coronas y rostrillos de esta misma efeméride, las cuales fueron donadas por el pueblo de Andújar y numerosos devotos, al igual que el terno. Además luce la medalla de oro de Andújar, el bastón de alcaldesa perpetua de la ciudad y el broche de la Rosa de Oro, junto a otras condecoraciones ofrecidas a lo largo de los tiempos.

Un crespón negro sobre la cinta que normalmente besan los millones de fieles que visitan su Camarín recuerda a todos los fallecidos por la pandemia. Además, los estadales prendidos con la bandera de Andalucía y España representan a todos los romeros de tan diversos lugares de la geografía española que este año no podrán darse cita en su Santuario, como cada último fin de semana de abril. La Cofradía Matriz eleva sus suplicas por  todas las familias afectadas, así como por los profesionales que luchan sin descanso para vencer a este virus.