Un otoño seco afianza la sequía meteorológica

El carácter seco del otoño contribuyó a que la situación de sequía meteorológica que se observaba a finales de verano en las cuencas de acumulación del Guadalquivir

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha hecho público su avance climático del otoño de 2021, que tuvo un carácter seco en cuanto a precipitaciones y normal en lo que a temperaturas se refiere en el conjunto de España. Esta circunstancia afianza la sequía en el sur del país y que afecta a la provincia de Jaén.

Las precipitaciones en el conjunto del país alcanzaron los 172 litros por metro cuadrado, valor que supone un 83% del normal, aunque en comunidades como Galicia o Andalucía no se llegó ni al 75%. En el sur de estas dos regiones, al igual que en puntos de la Región de Murcia y de Canarias, ni siquiera se alcanzó la mitad del valor normal.

El carácter seco del otoño contribuyó a que la situación de sequía meteorológica que se observaba a finales de verano en las cuencas de acumulación del Guadalquivir y del sur persistiese al finalizar el otoño, al igual que en la cuenca del Ebro y Pirineos orientales. En el resto de las cuencas de acumulación españolas no se puede hablar en estos momentos de sequía meteorológica, aunque todas presentan cierto déficit de precipitaciones, a excepción de las del norte y noroeste.

Mientras tanto, los embalses de la provincia de Jaén no logran recuperarse lo suficientemente rápido, aunque sí reciben aportaciones de agua. Según el último informe de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se sitúan al 24,04 por ciento de su capacidad. Con respecto a las lluvias, la media provincia desde que comenzó el año hidrológico se sitúa en 109,8 litros por metro cuadrado. 

EFECTOS EN LA GANADERÍA

La sequía y el aumento del precio del cereal que se ha doblado "ahogan" a los ganaderos de ovino que ven que no llegan a la rentabilidad, a pesar de haber subido el precio del cordero. El ganadero jiennense, responsable del sector ovino en COAG Nacional, Antonio Punzano, asegura que la falta de lluvia ha hecho escasear el pasto para los corderos por lo que los ganaderos tienen que acudir al cereal para alimentarlos.

Por su parte, junto a la subida del precio de la electricidad, o el combustible, el del cereal ha aumentado casi el doble en un año, pasando de unos 180 por tonelada en 2020 a alrededor de 360 euros por tonelada en destino, este año.
“Es verdad que el cordero tiene este año precios históricos, nunca ha estado más caro que ahora, pero el enorme aumento de los costes de producción no lo compensa y no llega a hacerlo rentable”, explica Punzano.