Siles necesita voluntad y "desencalladores"

Al hilo del titular y magnifica pormenorización de la noticia realizada por nuestra compañera Esperanza Calzado; al igual que nuestro periódico, incansable seguidora de los avatares de la presa de Siles, tomamos a bien cualquier iniciativa, sobre todo si en algún momento es desvelada por las autoridades pertinentes. En este caso, podría tocarle el turno al presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

En la obra pública, lamentablemente, “brillan” ocasiones en que la existencia de defectos o carencias en los proyectos iniciales, la falta de previsión, la descoordinación entre administraciones públicas, la ausencia de informes o actuaciones preceptivas o la imprevisión acerca del resultado de dichas actuaciones, han ocasionado su alteración sustantiva en cuanto a su ritmo de ejecución, su coste final o su rentabilidad social en términos de satisfacción del interés público al que deben responder.

Bastaría en estos momentos poner como ejemplo el supuesto de descoordinaciones del famoso proyecto del tranvía de Jaén, ejemplo portentoso de todo aquello que no debería ocurrir en la colaboración de administraciones públicas.

Tengo por costumbre recurrir a las fuentes más solvente posibles, y entre ellas se encuentra el Tribunal de Cuentas, harto conocido, por lo que no necesita presentación.

De dicho Tribunal, siempre he dicho, lo que manifestaba Marco Aurelio de Máximo: “Mantiene el autocontrol y no se anda con rodeos”.

Por ello, ciñéndonos a la presa de Siles viene a mi maltrecha memoria, el Informe Fiscalizador nº 1279, de la contratación celebrada en 2014, por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y sus organismos dependientes, y su ejecución hasta 2017.

El protagonismo de la presa de Siles y su entonces contrato para el proyecto complementario de las obras de construcción de l apresa de Siles (Expediente número 434) con un presupuesto de licitación de 8.4 millones de euros, adjudicado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir el 24.09.2014, por 4,9 millones de euros.

Este contrato complementario, con una sustanciosa baja, de 3,5 millones, deriva del contrato adjudicado en abril de 2007, por 21,1 millones para la realización del proyecto y la construcción de la referida presa de Siles.

Las obras se iniciaron en 2008, y en ese mismo año, tras su inicio, y como consecuencia de los trabajos realizados, se produjo un deslizamiento de terreno ¿probables arcillas expansivas? a cuya consecuencia se sucedieron dos contratos de emergencia por importes de 6.5 y 4 millones de euros. El presente proyecto complementario de 4.9 millones y otro posterior en 2015, de 1.1 millones de euros.

Estas actuaciones, unidas a las de vigilancia, control y otras accesorias a estos contratos, elevan a más de 40 millones, el total invertido en la presa.

La presa fue inaugurada como tal en 2015, pero debido a la falta de acuerdo entre las susodichas AA.PP. competentes, y a finales de 2017, aún no se había procedido a su canalización y por tanto la Presa, cuya finalidad es el abastecimiento poblacional y el regadío en la comarca, tan necesario, aún no había entrado en funcionamiento.

El resto de esta particular historia, ya la conocen mis querido jiennenses, por lo que no vamos a insistir en el pasado, únicamente, deberíamos tenerlo a mano, para cometer el menor número de errores posibles.

Que se conozca, que estos buenos deseos y posibles alternativas que se han anunciado, son bienvenidos, pero esta buena tierra necesita algo más que buenos deseos y promesas efímeras.

Este medio volverá de nuevo a continuar con el asunto, en cuanto se comience a correr ese velo misterioso actual, el cual induce a pensar en el habitual protagonismo de los de siempre.