Implicar a sus cofrades, el gran proyecto continuista de La Soledad

La cofradía de la tarde del Viernes Santo jiennense retoma el proceso electoral tras el parón de la pandemia, con una terna aspirante encabezada por Francisco Jiménez

La Pontificia y Real Cofradía del Santísimo Cristo Yacente y Siervos de Nuestra Señora de la Soledad celebrará elecciones el próximo 27 de junio. La hermandad retoma así el proceso electoral interrumpido por la pandemia, con una única terna aspirante encabezada por Francisco Jiménez Pedrosa como hermano mayor.

Acompañado del actual gobernador en funciones del enlutado colectivo de la tarde del Viernes Santo, Pedro Merino, el saliente no tiene más que palabras de elogio para el candidato: 

"Ha sido mi vice hermano mayor estos últimos años, es un enamorado de la cofradía, una persona con muchos valores, y será un gran hermano mayor", predice Merino, quien tras su primer mandato al frente de la institución prefiere "pasar a segundo plano":

"No tengo vocación de hermano mayor; además estoy liado profesionalmente y no puedo dedicarle el tiempo que merece. De todas formas voy como vice hermano mayor, así que ayudaré en lo que pueda y con todo el cariño del mundo", anuncia. Un baile de cargos que no afecta al actual administrador Manuel Carlos Vallejo, aspirante a repetir al frente de la administración de la entidad. 

Con estos mimbres, la lista seguirá, en palabras de Merino, una línea "continuista", con dos objetivos primordiales: "En primer lugar, hacer que la cofradía llegue a todos los cofrades, que se sientan responsables y solidarios con ella, sacarla adelante; es la segunda más antigua de Pasión en Jaén, pero sus recursos son reducidos". 

Junto con este horizonte, el hermano mayor saliente apunta a la recuperación de la Piedad como parte de la procesión, un viejo y anhelado proyecto que esperan cumplir: "A ver si podemos verla en la calle, es una imagen propiedad de la Diputación y cedida a la cofradía, muy querida por nosotros, en cuyo rostro se inspiró Muñoz Arcos cuando talló a la Virgen de la Soledad, lo mismo que Antonio Bernal y Francisco Romero al retallarla", aclara. 

Eso sí, no tienen más prisa que la que imponen sus ganas, porque el proceso (dice) requiere "mesura": "Queremos recuperarla, pero hay que hacerlo con tiempo, con prudencia. No es solo buscar un paso procesional, fundamentalmente es que cuando se pueda materializar esté maduro en todos los sentidos, tener suficientes recursos no solo económicos, también de personas dispuestas a sacarla", explica Merino.

Ideas, planes y toda la ilusión del mundo para devolver a esta antiquísima hermandad no solo su iconografía procesional, sino también la trascendencia cofrade que le conceden sus siglos de existencia. Todo un hito histórico y patrimonial de la Semana Santa de aquí.