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Tan de Úbeda, tan universal, tan de todos

Tan de Úbeda, tan universal, tan de todos
Sabina recibe el título de Hijo Predilecto. Foto: Ayuntamiento de Úbeda

Joaquín Sabina ha recibido hoy el título de Hijo Predilecto de la Ciudad de Úbeda y la Medalla de Oro, en un emotivo y multitudinario acto celebrado en el Hospital de Santiago

Si en los últimos conciertos que Joaquín Sabina ha dado por el mundo algún espectador ha notado al artista algo diferente, un poco desubicado, con la mente en otro sitio, solo tiene que buscar la razón en Úbeda. Su ciudad natal decidió hace ahora casi un año que ya era hora de que su vecino más internacional recibiera un homenaje a su altura. Y ese homenaje era el título de Hijo Predilecto y la Medalla de Oro de la ciudad ubetense, que hoy, en un auditorio del Hospital de Santiago repleto de personas –incluso se ha instalado una pantalla en el exterior– ha dejado claro que ese pequeño que nació en el Paseo del Mercado es ahora "tan de Úbeda, tan internacional, tan de todos".

 Sabina recibe la Medalla de Oro. Foto: Ayuntamiento de Úbeda.
Sabina recibe la Medalla de Oro. Foto: Ayuntamiento de Úbeda.

El portavoz del colectivo 'Peor para el sol' y primo de Joaquín Sabina, Juanjo Gordillo, ha sido el encargado de abrir el acto de homenaje, al que Sabina ha acudido con un traje azul impecable y que ha dado fe, en la cercanía de muchos vecinos de Úbeda que nunca habían visto a su vecino tan cerca, que aunque pasen los años, el carisma y el aire de dandi 'del Sabina' nunca muere. Como tampoco lo hacen sus canciones, que al final del acto han sonado a través de los instrumentos de la Agrupación Musical Ubetense. Y Antonia Olivares, alcaldesa de Úbeda y una mujer orgullosa y radiante por hacer realidad el sueño de muchos ubetenses, también ha echado mano de las canciones de este hombre que ha vivido "mil vidas en una sola" para rendir un homenaje que, por momentos, se ha visto incluso paralizado por la emoción de todos los presentes, que ha sido exaltada con un aplauso final que ha durado largos minutos.

ÚBEDA ES CULTURA

Pero el dueño de este día es, sin duda, el nuevo Hijo Predilecto de la ciudad de los cerros, abrumado, nervioso y con la lengua pegada al paladar. Un joven que se creía que la infancia provinciana, "que tanto inspiraba a artistas y poetas", no era para él, pero que con el tiempo ha descubierto que su pueblo y él no podían seguir "viviendo de espaldas" el uno al otro. Un hombre que ahora es un "militante ubetense" y que escribió anoche su discurso, un texto que, por momentos, se le ha atragantado de la emoción y que le carcomía los pensamientos porque no daba con qué "quería decir". "Le dije a mi parienta, un litro de café y dos whiskys y salió este discurso de agradecimiento". Y en que bendito momento, porque si algo ha quedado claro tras la emotiva intervención de este "impostor, en el buen sentido de la palabra", como ha dicho Olivares, es que Úbeda ya no es "la que era" y ha vuelto a ser la que era: "Ciudad de cultura y arte", han coincidido la alcaldesa y Sabina.

 

El amor de Sabina por su tierra está ahora más vivo que nunca, a pesar de que allí, como ha recordado la alcaldesa, comenzó a "abrir las alas de la libertad" con la literatura y la poesía que devoraba en el Instituto San Juan de la Cruz. Y después emigró, recorrió mundo, y todo eso lo traía "en la clandestinidad de la noche", como ha confesado él mismo en un relato que nunca se había contado para sus adentros, cuando aprovechaba el paso por la provincia para recorrer la Plaza de Santa María cuando nadie l veía. O para acordarse cada viernes santo de su pueblo, de mirar el reloj y calcular qué hora era en su Úbeda, "si la de la madruga morada o la de la salida de la Soledad". Porque él, "rojillo y ateo por la gracia de Dios", como decía Buñuel, también guarda dentro de sí una "peluquera" que le hace ansiar un pase de José Tomás o la Semana Santa de su pueblo.

 Joaquín Sabina, Antonia Olivares y la Agrupación de Música Ubetense. Foto: Ayuntamiento de Úbeda
Joaquín Sabina, Antonia Olivares y la Agrupación de Música Ubetense. Foto: Ayuntamiento de Úbeda

"GRACIAS"

Por todo eso, si alguien se merecía una mañana de domingo de sol radiante de oro como la medalla que ha recibido era, sin duda, Joaquín Sabina, cuyo corazón es "esa inmensa plaza de Santa Maria en la que vienen vientos de Lima, de Buenos Aires, vientos de una Úbeda universal, novedosa, dinámica, fiel a su historia y que ha sabido reinventarse". Vientos de un artista que ha trascendido fronteras y se ha reencontrado tarde, pero a tiempo, con el lugar que le vio nacer. "A vuestra entera disposición, contad conmigo para que mi pueblo sea el foco de Ilustración que, por historia y tradición, merece. Gracias, gracias, gracias, hasta siempre. ¡Viva Úbeda!".

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