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"La televisión e internet se necesitan"

Por Fran Cano - Septiembre 08, 2018
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"La televisión e internet se necesitan"
El periodista Francisco Javier Oliver. Foto: Canal Sur.

¿Qué puede decirle en público a sus paisanos un hombre tan acostumbrado a hablar delante de un micrófono y delante de una cámara? Francisco Javier Oliver Molina (Villacarrillo, 1966) se dirige hoy a sus vecinos: es el pregonero de las fiestas que Villacarrillo celebra este fin de semana. Oliver quiere hablar de su gente, de la que visita y de la que extraña, también de la familia. Atiende a Lacontradejaén por teléfono y en movimiento, en busca de más historias. El comunicador, encantado con la evolución tecnológica que vive el oficio, apela más que nunca al rigor y a la seriedad para seguir contando. Para que los periodistas sean referencia.

—¿Está nervioso por el pregón de hoy?

—Tengo la dosis justa de nerviosismo, pero con una mezcolanza de responsabilidad, compromiso, emoción e ilusión. Todo eso junto.

—¿De qué le apetece hablar en el discurso?

—Hacer un pregón en tu pueblo, delante de tus paisanos, es diferente, supone una sensación muy especial. Al margen de los temas que yo toque, de lo que más me apetece hablar es de la gente de mi pueblo. Son los grandes artífices de que sigan pasando cosas en Villacarrillo, pese a todas las dificultades. La gente que trabaja la tierra y se levanta cada día es la que más merece la pena, y tienen todo mi respeto. Es lo que más me motiva de cara al pregón. Siento que es un privilegio. Que te quiera tu gente es el mayor orgullo para un profesional.

—¿Echa de menos Villacarrillo?

—Sí, porque ahí se forjó mi personalidad. Pasé los mejores momentos de mi vida, con la familia. Es sinónimo de padres, de niñez y de inocencia. De vez en cuando, aunque el trabajo no me lo permita todo lo que quisiera, siempre voy a beber un trago de infancia. Todos deberíamos hacerlo.

—Ha trabajado en prensa escrita, radio y televisión. ¿Dónde se siente más cómodo?

—Hubo una etapa de mi vida en que saboreé esa sensación de estar en diferentes formatos: hacía un informativo de televisión, después un programa de radio y a continuación me iba al periódico. Seguí esa dinámica casi diez años. Tengo claro que todos se complementan, y donde me siento más cómodo es en la radio, que da libertad y te permite ser tú mismo. Aunque la televisión se parece cada vez más a la radio, esta me cautiva más. No obstante, la primera genera adrenalina y me da la oportunidad de reinventarme. Me apasiona. Y luego la repercusión en la prensa escrita es impresionante, porque puedes reflexionar y tomarte un tiempo para que el trabajo de redacción sea más cuidado.

—Los bulos son hoy noticia, aunque sea un oxímoron. ¿Es posible que veamos a un presentador de informativos desmintiendo falsedades, chequeando en directo?

—En el mundo del periodismo decir que es improbable que ocurra algo es una temeridad. Cualquier cosa es posible. Estamos viviendo realidades que no nos imaginábamos hace dos o tres años. Los profesionales tenemos que hacer un esfuerzo para discernir entre lo que es noticia y lo que no está contrastado. Ahora parece que cualquiera puede dar una noticia, y nosotros somos los primeros que debemos evitar los bulos. Si hay un bulo que genera miedo, expectación o engaño, nuestra misión es también informar que ese no es el camino, que no es cierto. No creo que haya que lamentarse por decir con rotundidad que un contenido difundido es en realidad un bulo.

"El consumidor de noticias es más inteligente de lo que pensamos"

—La crítica a internet es que abunda la información de baja calidad. ¿Antes también existía este problema o ahora se ha acentuado?

—La poca calidad no está en el medio, sino en quien trabaja en el medio, en la preparación, en la ética y en la responsabilidad del trabajador. Cuando no existían las redes se cometían errores. El problema es que ahora tiene más repercusión. No hay que cerrar las puertas a la evolución. El periodista anquilosado en el pasado o en el presente está perdiendo terreno. La evolución de los medios y la proliferación de los medios en las redes es una buena notica. Y le digo que el consumidor de noticias es más inteligente de lo que nos creemos. La gente discierne qué medio digital es fiable y cuál no es recomendable por su propia experiencia como usuario y lector. Hay grandes profesionales en internet que ya están marcando tendencia. Los tradicionales no podemos quedarnos atrás.

—La televisión se lleva bien con internet, ¿no?

—Se deben complementar, y yo creo que ya está pasando. Debemos olvidar eso de que para que nos vean hace falta un aparato de televisión. El presente de la televisión es que un periodista va a una rueda de prensa y ya desde ahí, gracias a internet, puede difundir la noticia. Es cierto que, con medios más sofisticados y cuidando más el producto final, se puede emitir una noticia con otro producto final, pero no con otro fondo, porque la noticia es la misma. La televisión e internet no solo se complementan, sino que, a mi entender, se necesitan.

—Hablando de televisión, ¿prefiere dirigir o ser un soldado más?

—Ya he tenido todas las experiencias posibles en radio y en televisión. Cada puesto tiene singularidad y atractivo. Siendo director estuve cómodo porque tenía una plantilla en la que me apoyaba minuto a minuto. Éramos como un equipo de fútbol. Pero es cierto que me gusta más el periodismo de terreno, ya sea en un campo de fútbol, en un plató o en un estudio de radio. Eso es incompatible con dirigir. Me he sentido cómodo en Canal Sur porque la plantilla de Jaén es muy buena y me ayudaron. En la faceta de trabajo de campo disfruto al estar en diferentes escenarios.

"Linares, Real Jaén y Mancha Real deben jugar la fase de ascenso"

—¿Qué tal La jugada de Jaén?

—Es un programa de radio que permite que tanto mi compañero Francisco Javier Bravo como yo tengamos iniciativa, de manera que cada programa no se parece en absoluto al del día anterior. Además, damos voces a aficionados más allá del deporte rey. La vocación de servicio público nos lleva a las jugadoras de fútbol, al fútbol sala y al atletismo, entre otros deportes. Es muy bonito cuando nos sentamos y pensamos 'hoy por dónde vamos'. Incluso en medio del programa surgen novedades. Eso es precioso. Soy un privilegiado por trabajar en lo que me gusta. Así es más fácil.

—¿A qué equipo de la provincia le tiene puestas más esperanzas?

—Linares, Real Jaén y Mancha Real deben jugar fase de ascenso. Es un año inmejorable para que los tres lo consigan. Aparte de ellos, estoy casi convencido de que no habrá descensos en Tercera División. El Torreperogil, recién ascendido, tiene una plantilla fuerte para permanecer en la categoría. El Martos y el Torredonjimeno pueden dar la sorpresa en la parte alta.

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