Cómo entrar y salir de Urgencias sin coronavirus a los 61 años

El jiennense Custodio López narra las 24 horas que pasó en Urgencias en Granada, donde ingresó tras una semana con fiebre

Tres pruebas PCR después, el resultado no cambió: negativo. Y eso que Custodio López, frailero de 61 años y trabajador en Alcalá la Real, se temió lo peor cuando llegó la fiebre y le salieron manchas en las piernas y en los muslos. Vivió 24 horas en Urgencias del Hospital Virgen de las Nieves de Granada. El virus no penetró en el organismo de López. Otra cosa es la experiencia: "Ha sido la peor de mi vida. Vi a mayores sin más compañía que los profesionales sanitarios", recuerda en declaraciones a este periódico.

Cuando el médico de cabecera observó las manchas que el paciente le mandó por teléfono la indicación fue diáfana: le dijo que acudiera al Hospital de Alta Resolución de Alcalá la Real, donde le suministraron heparina. Tras horas de pruebas la PCR volvió a dar negativo. El asunto, no obstante, se complicó. En una radiografía apareció un mancha que supuso la decisión de mandar a Custodio López a Urgencias del Hospital Virgen de las Nieves para ser objeto de una Tomografía axial computarizada (TAD).

"El mundo se me vino abajo. Estaba mejor de la fiebre, pero por primera vez me llevaron en una ambulancia. Eran las 18:30 de un sábado", recuerda. El temor era también entrar en Urgencias y contraer el Covid-19. Al primer profesional que le atendió le dijo que llevaba horas sin comer ni beber nada. Estaba agotado. Pasó a Observación y ahí, reconoce, pasó las 24 horas más lentas de su vida.

Custodio López no se despegó del teléfono. Compartió y contestó mensajes a cuantos le escribieron. "Creo que era el más joven en aquella sala. Había personas mayores que estaban a expensas de los profesionales", remarca y alaba la calidad del servicio. Dice que se sintió muy arropado en una noche que resultó "un enjambre".

Lo peor fue al despertar al día siguiente tras horas de sueño irrelevantes. Recuerda que entraron pacientes positivos con Covid-19 y entonces preguntó si le podían cambiar la mascarilla. "Me dijeron que sólo tenían una por día. Me asusté de verdad", señala, y explica que entonces estaba con enfermos de municipios como Guadix (Granada) y Noalejo (Jaén). "Mi estado era plenamente consciente, pero había personas con problemas respiratorios, pasándolo realmente mal. Fue una situación muy dura", añade.

"HE DONADO 3.000 MASCARILLAS CON LA AYUDA DE AMIGOS"

López abandonó el hospital y ahora se recupera desde casa, en Frailes. Está feliz porque el virus no entró, pero las imágenes en Urgencias todavía agitan su conciencia. "La conclusión que saco es que la vida y la salud son lo más importante. En España tenemos que ponernos de acuerdo ciudadanos y partidos políticos en potenciar nuestro sistema sanitario", manifiesta.

Él ha movido ficha. Con la ayuda de amigos ha donado 3.000 mascarillas al Hospital Virgen de las Nieves. También dejó una reseña en el buzón ciudadano del centro para agradecer "el trato exquisito" que recibió. Sobre la pandemia, espera que España imite los modelos de países como Australia y China, que combinan los test masivos con el aislamiento y el control rigurosos de los pacientes afectados.

"Ya conocía la gravedad de la pandemia. Mis padres están en una residencia y mi hijo y mis nietos en Valladolid. Llevo meses sin estar con ellos", señala, y es contundente con respecto a los negacionistas: "Esto es muy serio. Hablamos de 700 muertes diarias como si nada. Y es como si se cayeran cada día dos aviones con más de 300 plazas", analiza una persona que pasó 24 horas de espanto, nada que ver con quienes bregan día a día con el virus y las limitaciones que implica. "Fueron los momentos con más miedo e impotencia de mi vida", sentencia.