La leyenda torrecampeña del flamenco 'cumple' 104 años

Un día como ayer de 1916 nacía en el municipio jiennense el cantaor Juan Valderrama y los flamencos de ahora mismo le rinden homenaje con palabras más que elogiosas

Para unos, un vanguardista: "Valderrama ha tenido la habilidad de estar siempre al día y adaptarse con visión futura a las demandas artísticas y teatrales que ha pedido el gran público, desde el picadillo flamenco a la melodía moderna", con palabras del flamencólogo José Blas Vega, o con las que le dedicó en la revista La Alboreá otro de los grandes del género, Fosforito: "Juanito Valderrama era un hombre sabio, un cantaor muy completo que lo hacía todo bien y además era un adelantado a su tiempo... Las cosas que están haciendo ahora las hacía Valderrama cincuenta años antes", asegura el cantaor de Puente Genil.

Para otros, como el presidente de la Peña Flamenca de Jaén, Alfonso Ibáñez, "una de las figuras indiscutibles del arte jondo que ocupa un lugar destacado en los anales del género", o como lo define Francisco Viedma, presidente de la Federación Provincial de Peñas: "Juanito Valderrama fue un maestro y leyenda viva del flamenco. Un gran conocedor de todos los estilos del cante, quizás el que más grabaciones ha realizado en la historia: abarcó prácticamente todos los estilos conocidos: siguiriyas, soleares, malagueñas, tientos, tarantas, cantes de Cádiz,… y otros de creación propia. También recoge algunos cantes que ya estaban en el olvido", sentencia.

Con estos mimbres queda clara, y de boca de los que saben, la trascendencia del artista torrecampeño desde sus comienzos allá por las vísperas de la Guerra Civil hasta su muerte, en 2004: "Para hacer un estudio objetivo sobre la figura de Juanito Valderrama, hay que situarlo en el momento histórico de su aparición, es un fenómeno social de la posguerra civil española. Dentro de la historia del flamenco es la máxima figura, junto con Marchena, del operismo flamenco", aclara Viedma.

Una carrera jalonada de triunfos impulsada por un amor incondicional al flamenco, por cuya difusión y dignificación trabajó a lo largo de toda su vida: "El arte flamenco es una cosa popular muy arraigada en el alma del pueblo que, lógicamente, no puede desaparecer", expresó a principios de los 50, mucho antes de que la Unesco declarase, en 2010, al flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad", recuerda Ibáñez.

Según el presidente de la Peña jiennense, "Valderrama se caracterizó por su peculiar voz y sus originales melismas, atributos con los que le impregnaba de originalidad a tarantas, granaínas, fandangos, milongas, malagueñas, aunque todo el acervo del cante y de la canción española tienen en su 'decir' un intérprete de indiscutible valía; conforme su trayectoria se consumaba, se fue desarrollando su discografía, una de las más amplias del flamenco", apostilla.

Una leyenda viva que, ayer mismo, hubiera cumplido ciento cuatro años sobre el mundo y cuya voz no ha logrado callar la muerte.