TRANVÍA: LA CIUDADANÍA OPINA

El tranvía de Jaén es una de las infraestructuras que muestran cómo la disputa política puede esconder en un cajón proyectos multimillonarios. Su puesta en marcha está más cerca, ¿qué opina la ciudadanía?

Otoño de 2022. Es la fecha que todos barajan para ver los trenes verde aceituna circular por el centro de la capital del Santo Reino. Tras una década, la infraestructura del tranvía de Jaén empieza a asomar la cabeza para salir del cajón del abandono donde ha permanecido durante una década y los jiennenses opinan al respecto. Las redes sociales se llenan de opiniones a favor y en contra, pero ¿qué piensan algunos colectivos representativos de la sociedad?

Conviene dar un repaso a la hemeroteca por si todavía queda algún lector que no recuerde cuándo comenzó todo. El acta de comprobación de replanteo por la que se dio comienzo a la obra tranviaria se expidió el 22 de abril de 2009. Se recepcionó el 18 de abril de 2011. En esta fecha se llevó a cabo la entrega de la infraestructura y su flota de trenes ligeros al Ayuntamiento de Jaén. El servicio funcionó en período de pruebas con pasajeros (pruebas en blanco) del 3 al 19 de mayo.

La empresa concesionaria del servicio público de transporte de autobús Castillo interpuso recurso contencioso-administrativo por la prestación del servicio público tranviario de forma gratuita por la "competencia desleal" que suponía. Mediante auto de 18 de mayo de 2011, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Jaén acordó, como medida cautelar, la  suspensión de la gratuidad de este servicio, la cual fue ratificada el 8 de junio de 2011. Con posterioridad se realizaron otras pruebas para la puesta en marcha del sistema tranviario, sin que diez años después haya llegado a explotar comercialmente.

Resumido en dos párrafos, esta es la historia de un medio de transporte que ha recorrido más kilómetros en los medios de comunicación de ámbito nacional que en los raíles de la capital del Santo Reino. 120 millones de euros abandonados durante una década en la que la disputa política ha sido la gran protagonista. 

LA CIUDADANÍA OPINA

—El abandono del tranvía de Jaén es, quizás, uno de los ejemplos más flagrantes del despilfarro de las infraestructuras públicas en este país".

Son palabras del periodista Ginés Donaire, conocedor en profundidad de toda su trama. Recuerda que El País y otros medios nacionales han hablado de él en reiteradas ocasiones y siempre ha sido para criticar la mala utilización de los fondos públicos y también la ineptitud en la gestión de las distintas Administraciones públicas.

Donaire recuerda que la llegada del tranvía supuso una auténtica revolución del entramado urbano de la capital, aunque es cierto que fue un medio de transporte que llegó envuelto en la polémica y sin el deseado consenso social y ciudadano.

—En todo caso, llegados a este punto, y tras la imagen tan poco edificante, y casi vergonzosa, que el tranvía de Jaén proyecta en todo el país (incluso fuera de nuestras fronteras), no creo que nadie ponga en cuestión actualmente la urgente necesidad de su puesta en marcha.

El periodista hace hincapié en que el coste para activar el tranvía va a ser ahora superior al tener que repararse todo el deterioro de la infraestructura en todos estos años de abandono. Pero, a su modo de ver, solo falta esperar "altura de miras y sentido de la responsabilidad" de los gobernantes.

—La lección que nos deja este tema tan grotesco es que las inversiones públicas se financian con el dinero de todos y, por tanto, deben ser asumidas por todos, con independencia de que hayan sido gestadas por un partido político diferente.

El presidente de la Plataforma Ciudadana Jaén Merece Más, Juan Afán, considera que una infraestructura millonaria debe ponerse en valor y que eche a andar de una vez por todas.

—Llevamos más de diez años con la historia del tranvía, con que se firman convenios y se dejan de firmar otros, con que es rentable o no....

Para el colectivo, la reflexión es sencilla: ¿era rentable cuando se planteó construirlo? Si no lo era, ¿por qué se hizo? Una vez terminado, ¿quién sabe cuánto dinero va a perder?

—Vamos a ponerlo a andar, por dignidad, y a ver cómo responde la ciudadanía. 

Afán opina que aportará ventajas diferenciales al facilitar el acceso al centro de la ciudad con un medio de locomoción que no contamina y contribuye a limpiar el aire. "Tenemos que ponerlo ya en circulación y dejarnos de promesas para el año siguiente. Ya no aguantamos más cuentos", concluye.

Juan Flores es empresario y se da la circunstancia que tiene un tienda en le centro de la ciudad de Jaén y otra en Granada, donde ya funciona el sistema de transporte.

—Por la experiencia en Granada puedo decir que el tranvía es un gran beneficio. Tenemos muchos clientes que vienen de los pueblos de los aledaños que llegan al centro en este transporte.

En el caso de Jaén, reconoce que es "muchísima" la gente de zonas como el Bulevar o El Valle que ha conocido el establecimiento paseando por la calles del centro de la capital del Santo Reino. Así que su puesta en marcha algo ayudará, reconoce. Sin embargo, no las tiene todas consigo y se pregunta si el tranvía le va a costar dinero a la población vía subida de impuestos.

—Habrá que ver si se compensa con un incremento de ventas gracias a que más gente suba al centro, también de los pueblos de alrededor.

Es por ello que es partidario de ponerlo en marcha aunque sea en periodo de prueba durante unos años y, sobre todo, ver si puede o debe ser ampliable a otras zonas de Jaén. "Veo positivo que empiecen pero no sé si lo será que continúe a largo plazo. Habrá que verlo", concluye.

Representando a los comerciantes del centro, desde Müy Jaén llevan años reclamando la puesta en marcha del tranvía, que califican de necesaria para ofrecer al centro ciudad las necesidades de accesibilidad y sostenibilidad de cualquier gran capital.

—Sabemos que todo avance, novedad y modernidad hará más atractiva la llegada del consumo a nuestra empresas. Actualmente Jaén cuenta con un comercio de cercanía de calidad con un servicio y un producto único que la provincia solo puede encontrar aquí, en el centro. Por eso cualquier servicio público que pueda ayudar a incentivar al consumidor es una puesta en valor para los empresarios de la zona.

Lo afirma convencido Francisco Marín, presidente de de Müy Jaén, que hace hincapié en que la asociación trabaja codo con codo con los órganos competentes aunando criterios y consensuado posturas.

—Desde el alcalde hasta la consejera de Fomento nos han transmitido el gran interés en desatascar esta situación ridícula que se venía arrastrando desde hace 10 años. La continuidad de los proyectos en nuestra ciudad aporta seguridad al ciudadano y por lo tanto engrandece nuestro reclamo de capitalidad. 

—El tranvía es un parche a un problema mucho mayor que es una ciudad que no tiene planteamiento de futuro.

Es la opinión del ingeniero y youtuber Luis García Millán, que pone sobre la mesa la falta de proyecto a largo plazo, mirando 2030 e, incluso, 2040.

—Fue una idea recurrente, como otras muchas como pueden ser el parque acuático o el polígono Nuevo Jaén, vacío.

Aún así, reconoce que puede ser algo positivo que se ponga en marcha una infraestructura abandonada. Entiende que podría servir, además, para sustituir líneas del que califica como "tan deficiente servicio de autobuses públicos" con el que cuenta la capital del Santo Reino.  

Rafael Peralta es presidente del Colegio de Economistas de Jáen y tiene las ideas claras al respecto. 

—Durante doce años los ciudadanos hemos sentido verdadera vergüenza cada vez que algún foráneo nos preguntaba por el tranvía.

Como hombre dedicado a los números, habla de dinero. Recuerda que el déficit previsto por su puesta en marcha supone menos de un 1,21% del presupuesto municipal, un 0,88% del de la Diputación y un 0,0048% del de la Junta de Andalucía.

—Seguimos siendo la provincia más castigada por la despoblación, la última en inversiones públicas, sin proyectos que justifiquen fondos europeos cuyo destino obligatorio es Jaén. ¿De verdad que el problema es el dinero? 

Ahora ya parece que no, no es un obstáculo.

Desde 2011 se ha visto de todo, hasta un exalcalde del PP, José Enrique Fernández de Moya, asegurar que nunca se iba a subir a uno de sus vagones. Hoy, es un Gobierno del PP en la Junta el que tiene el máximo interés en echarlo a andar. Se han conocido informes como el del Tribunal de Cuentas que alertaba que el tranvía comenzó a circular "sin un estudio de viabilidad previo" y "con irregularidades y desvíos de fondos"; un pronunciamiento del Juzgado de Instrucción número 1 de Jaén, que archivó las diligencias penales abiertas contra la exalcaldesa Carmen Peñalver, que aparecía como investigada como presunta autora de un delito de prevaricación, o, lo más reciente, una comparecencia en sede parlamentaria para denunciar lo que toda la ciudad ya sabía, que sólo el presupuesto inicial de la dirección de obra y de los propios trabajos pasaron de 83 a 107 millones de euros y que el tranvía acabó costando 121 millones de euros.

También ha habido momentos de esos que se califican de "históricos", como la foto entre Felipe López, por entonces consejero de Fomento; Javier Márquez, que era alcalde de Jaén, y Francisco Reyes, el único que permanece en su cargo como presidente de la Diputación. Escenificaron un acuerdo que iba a permitir sacar de las cocheras al tren urbano. Era mayo de 2018 y Susana Díaz, por entonces presidenta de la Junta, agradecía "la voluntad de diálogo y de acuerdo de todas las partes". Se cambiaron las tornas y ese deseo de buen entendimiento siguió presente, al menos, delante de las cámaras y micrófonos de los medios. 

En 2 de septiembre del año pasado, en plena pandemia, el tranvía de la Bahía de Cádiz realizó su primer viaje en pruebas hasta la capital gaditana. Un nuevo hito para su puesta en servicio que despertó la envidia (sana) de muchos jiennenses. Un día después, como mandan los cánones de coronavirus, representantes de la Consejería de Fomento y del Ayuntamiento de Jaén mantuvieron una nueva reunión técnica para poner en marcha un tranvía. Se abría una importante puerta a la esperanza porque el compromiso ya tenía el color del dinero porque ambas partes se comprometieron a plasmar en los próximos presupuestos de 2021 las partidas necesarias para ponerlo en marcha. 

Si nada lo impide, en unos días se firmará el nuevo convenio y empezarán las licitaciones que podrán sobre el papel su puesta en marcha. Será en otoño de 2022. ¿Se truncará por el camino?