'Umbre' cuenta la mafia rumana
La serie de Bogdan Mirica centra el protagonismo en Relu, un taxista que está a las órdenes del mafioso Capitanu
Relu Oncescu, el protagonista de Umbre (Bogdan Mirica, 2014), define a la perfección la idea de un tipo duro que una vez le leí a Pérez-Reverte: tipos duros no son esos de tirantes y brazos hipermusculados que contonean la cadera en las discotecas; son los que callan y con sólo una mirada relajan los esfínteres del personal.
Relu trabaja de taxista. Tiene dos hijos, una mujer preciosa y un coche amarillo que le sirve también para darse encuentro con Capitanu, el mafioso al que rinde cuentas. El juego de la doble vida se le vuelve imposible al protagonista a partir de una escena: la esposa asiste a un sangriento ajuste de cuentas.
La ficción bucea en la Rumanía más marginal. Tiene dos temporadas y en la segunda el acercamiento entre Relu y Capitanu trasciende al trabajo. El hijo del mafioso se enamora de la hija de Relu. Mas problemas.
Umbre tiene una marcada hiperviolencia, escenificada en torturas y en un lenguaje audiovisual poderoso que golpea al espectador. No hay intención de diálogos filosóficos; presume de crudeza. No hay más guerra para el taxista que sobrevivir y mantener a la familia rodeado de tiburones.
FICHA TÉCNICA
Título original: Umbre
Director y creador: Bogdan Mirica
Año: 2014
Duración: 45 minutos
Nota en Filmaffinity: 6,7
Nota en IMDB: 8,8
Únete a nuestro boletín