Un enjambre de medio centenar de temblores

Desde comienzos de 2017 y hasta el pasado mes de febrero se produjeron más de 150 terremotos entre Jódar y Peal de Becerro. De ellos, más de 30 se concentraron a primeros de 2018, aunque su efecto pasaba desapercibido para la población por su leve intensidad. En los últimos cinco días, un enjambre de 53 temblores, dos de ellos de magnitud cuatro, han sacudido esa zona, en la que se incluye Larva. Esta vez, sí se han notado. No solo en esos tres municipios, sino en otros muchos puntos de la provincia.

El último microseísmo lo ha registrado el Instituto Geográfico Nacional esta mañana. Ha sido a 11 kilómetros de profundidad, a las 06:40:03 horas y con una magnitud de 1.9, con epicentro en Larva. Nada que ver con los dos que hicieron tambalear algún que otro mueble.

Según explicó, hace unas semanas, el responsable del grupo de investigación ‘Riesgo sísmico y Tectónica activa’ de la Universidad de Jaén, José Antonio Peláez, el registro de un gran número de terremotos en ese zona se debe a que está ocurriendo una serie sísmica. Es decir, una agrupación de terremotos que duran días, semanas, o incluso varios meses. Se caracteriza por un gran número de terremotos de baja magnitud, por lo que no suelen ser percibidos por la población.

OTRAS SERIES SÍSMICAS

Conviene recordar que desde mediados de 2016, en esa zona del Alto Guadalquivir jiennense se empezaron a registrar terremotos de baja magnitud. En 2017 fueron más de un centenar, siempre en la franja entre los 1,2 y 2,9 grados en la escala Richter. Otra serie sísmica se produjo en la provincia de Jaén entre 2012 y 2013 en la zona de la comarca de La Loma, entre Torreperogil y Sabiote. Por aquel entonces, el Instituto Geográfico Nacional llegó a registrar en torno a 2.100 terremotos.

Esa sismicidad se ha desplazado unos diez kilómetros al sur, al enclave que coincide con Jódar, Larva y Peal de Becerro. El alcalde de Jódar, José Luis Hidalgo, destaca que hay "tranquilidad" entre los vecinos. En declaraciones a Europa Press, ha aclarado que no hay "ninguna alarma social" por lo sucedido.