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Un viaje "atípico" con final feliz

Por Javier Esturillo - Septiembre 10, 2018
Un viaje "atípico" con final feliz
El portavoz de la Policía, Diego Moya, y el párroco de la iglesia de Santa María, Genaro Escudero, con la campana. Foto: Cedida

La Policía Nacional recupera en Holanda una campana del municipio sevillano de Guadalcanal, del siglo XVII, después de que una empresa de Torredonjimeno, encargada de su restauración, la enviase a Alemania, a donde nunca llegó

Nada hacía sospechar que un traslado, en principio, seguro podría acabar en una rocambolesca historia, eso sí con final feliz. La Policía Nacional recupera en Holanda una campana, del siglo XVII, de la iglesia de Santa María del municipio sevillano de Guadalcanal, extraviada durante el traslado para su restauración.

Todo comienza cuando la parroquia encarga el proyecto a la empresa de Torredonjimeno Campanas y Relojes Rosas. Ya en la ciudad tosiriana, los expertos consideraron que necesitaba un trabajo más profundo, por lo que decidieron enviarla hasta Alemania. Eso fue a finales de julio. Solo unos días después, recibieron un paquete con lo que supuestamente debía ser la campana, pero en su interior solo había "una serie de tablas imitando la campana", ha explicado el portavoz de la Policía Nacional, Diego Moya, quien ha definido la historia como un viaje "atípico".

 Campana recuperada por la Policía Nacional de Jaén.
Campana recuperada por la Policía Nacional de Jaén.

La compañía tosiriana no salía de su asombro ante tal hallazgo y, como es lógico, se fue directa a la Comisaría de Jaén a denunciar los hechos. De inmediato, empezaron las pesquisas para saber dónde estaba la campana, fabricada hace 350 años para el Convento de la Concepción de Guadalcanal, aunque, posteriormente, acabó en la iglesia parroquial del pueblo.

Y lo primero que debían averiguar era "si había sido sustraída o extraviada", así que los investigadores siguieron la pista del envío. Les llegó información de que había estado en Barcelona y de ahí fue enviada a Bélgica, donde se pierde su pista hasta que, con ayuda de otras policías europeas, se consigue localizar en un almacén de Holanda destinado a albergar mercancías u objetos que no tienen un destino conocido.

La Policía se inclina por la hipótesis de que la pieza fue sustraída, básicamente porque "alguien" alteró el envío. "No tiene lógica -explica Diego Moya- que reenvíen el paquete sin nada más". Además, a juicio del portavoz de la Policía, "la persona que desvió la campana sabía que tenía un valor en el mercado negro bastante alto", añade.

La pieza de gran valor histórico ha sido entregada al párroco de Santa María, Genaro Escudero, pero las pesquisas policiales siguen su curso en busca del autor o autores que hayan podido participar en lo que parece un intento frustrado de apropiación.

El párroco de Guadalcanal, un municipio sevillano de poco más de 2.600 habitantes, reconoce la preocupación de estos días por la 'desaparición' de la pieza, no solo por su "valor histórico y artístico", sino por su significado "patrimonial y sentimental".

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