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Los siete metros de la discordia

Por Javier Esturillo - Septiembre 11, 2018
Los siete metros de la discordia
Juan Luis Pérez, Mari Carmen Pérez y Marina Maza, en la puerta de la botica. Foto: Javier Esturillo

La farmacia de la Plaza de la Constitución quiere mudarse solo unos pasos más arriba para cumplir la normativa en accesibilidad, pero Salud bloquea el traslado porque la legislación autonómica fija en 250 metros la distancia mínima entre dos oficinas

Inmaculada Ruiz de Adana y Juan Luis Pérez pretenden mudarse siete metros más arriba de donde están ahora, a un local que compraron hace dos años, en el que antes había un bar (Las Palmeras). La razón no es baladí: quieren cumplir la normativa en materia de accesibilidad y mejorar la atención al público. La botica que regentan en la Plaza de la Constitución no pasa de los 18 metros cuadrados y entrar en ella resulta realmente complicado para una persona con movilidad reducida.

Presentaron la solicitud a la Junta de Andalucía y esta le ha dicho que no. La Delegación de Salud se ampara en la nueva Ley autonómica de Farmacia para rechazar la petición. La normativa dice que la distancia mínima entre dos oficinas, en funcionamiento o que hayan obtenido autorización, debe ser de 250 metros, y de entre 100 y 200 respecto a los centros sanitarios.

Siguiendo estos requisitos, el decreto dispone que las distancias en los nuevos locales se medirán desde el punto de la fachada más cercano a la otra oficina o centro hasta el punto más cercano del perímetro del terreno o fachada del otro solar de referencia, siguiendo el camino más corto por una vía pública. "Vamos que nos quieren mandar al Polígono de Los Olivares", apostilla con decepción Inmaculada Ruiz.

 Juan Luis Pérez e Inmaculada Ruiz de Adana, en la puerta del local al que se quieren mudar. Foto: Javier Esturillo
Juan Luis Pérez e Inmaculada Ruiz de Adana, en la puerta del local al que se quieren mudar. Foto: Javier Esturillo

Los propietarios han presentado recurso de alzada contra esa decisión porque consideran que es desproporcionada y porque lo único que desean es acatar la normativa tanto farmacéutica, que también incumplen en alguno de sus artículos, debido a su actual coyuntura, como la de accesibilidad, aprobada posteriormente. "Nos da vergüenza ajena como profesionales sanitarios atender a personas con movilidad reducida en la calle porque no tenemos espacio", lamenta la boticaria.

Lo más curioso de la historia es que quieren mudarse al número 11 de la Plaza de la Constitución, que es su verdadera dirección, o al menos así aparece en cualquier guía, y en la que reciben notificaciones, facturas y demás correspondencia, pero la Junta los ubica en el número 2 de la calle Cuatro Torres, con la que hace esquina, para denegarles la autorización.

 Una cliente con movilidad reducida trata de acceder a la farmacia.
Una cliente con movilidad reducida trata de acceder a la farmacia.

CAMPAÑA DE RECOGIDA DE FIRMAS

La botica, que data de 1936, es muy conocida en el barrio y cuenta con una clientela fiel, de toda la vida, que ha mostrado su apoyo a Inmaculada y a Juan Luis desde el primer momento. También lo han hecho sus propios compañeros del colegio y de las farmacias cercanas que no ponen reparo alguno al traslado. "No es una cuestión de hacer negocio, sino de dispensar un mejor servicio a nuestros clientes", insiste Juan Luis, al que toda esta situación le parece kafkiana.

Hace unos días comenzaron a recoger firmas y la respuesta de la gente no ha podido ser más positiva. "En poco tiempo hemos completado tres folios", recalca el farmacéutico que agradece todo el cariño que están recibiendo. 

El nuevo establecimiento, que requerirá una buena inversión en reformas, dispone de 100 metros cuadrados, cinco veces más que el actual. De este modo, gararán en amplitud y, sobre todo, garantizarán el acceso a personas con problemas de movilidad, desde discapacitados a ancianos. El caso está en manos de abogados y se prevé que la cruzada sea larga porque no están dispuestos a dar su brazo a torcer. 

 Una joven firma en la campaña emprendida por la botica.
Una joven firma en la campaña emprendida por la botica.

No hay que olvidar que el sector farmacéutico español es uno de los más regulados de Europa, donde las concesiones de las oficinas las realizan las administraciones mediante un concurso y el precio de los medicamentos está controlado. Su modelo nada tiene que ver con cualquier otro negocio.

Este medio está a la espera de la respuesta de la Delegación de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en Jaén, con la que ha contactado para conocer su opinión sobre este polémico traslado.

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COMENTARIOS

Rosario Fontecha Almagro

Rosario Fontecha Almagro Septiembre 16, 2018

Creo que las farmacias deberían liberalizarse.

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