Unas avenidas de pesadilla
El firme de la red viaria de Jaén presenta graves desperfectos. El PSOE reprocha al alcalde la mala conservación de las principales arterias y pide conocer cuánto se gastó en el arreglo de calles en 2017
El mapa de los baches en Jaén no respeta barrios ni jerarquías. Las avenidas de Madrid, Barcelona o Granada, la Carretera de Circunvalación, el Gran Eje, el Paseo de la Estación, las calles Alamos, La Luna, Virgen de la Capilla y Madre Soledad Torres Acosta, entre una larga lista, son algunas de las vías que soportan un mayor volumen de tráfico cada día y las que presentan un deterioro más acentuado en su firme. Grietas que parten en dos, longitudinal o transversalmente, la calle, agujeros por los que se cuelan peligrosamente las ruedas de los vehículos, gravilla suelta en la calzada, capa de rodadura inexistente por momentos o gravemente deformada por el calor, y el paso de los vehículos y el tiempo... Se quejan los conductores, los viandantes y los representantes vecinales, pero también los grupos de la oposición.
El PSOE reprocha al alcalde, Javier Márquez, la mala conservación de las principales arterias de la capital y pide al equipo de Gobierno del PP que detalle cuánto se gastó el año pasado en la reparación y conservación de vías públicas. La concejal socialista María Isabel Lorite destaca el estado que presentan viales tan importantes como el Paseo de la Estación, las avenidas de Madrid y Barcelona, la calle madre Soledad Torres Acosta, eje básico de la peatonalización, o las carreteras de acceso a la Universidad, entre otras, donde la falta de mantenimiento ha hecho estragos que se reflejan en socavones y grandes desgastes del firme. Lorite señala que el pasado año el PP incluyó en los presupuestos de la ciudad una partida de 3.418.277 euros para conservación y arreglo de calles. “Ya de por sí esta cantidad era un millón de euros inferior a lo que el Ayuntamiento presupuestó en años precedentes (2015 y 2016), y hasta el pasado mes de octubre el grado de ejecución de este dinero era muy inferior al deseado para estar en el último trimestre del año. Por tanto, lo que queremos es confirmar que el Ayuntamiento se ha gastado la cantidad que se aprobó en el presupuesto del año pasado para arreglo de calles, porque el estado algunas de ellas nos hace pensar lo contrario. O eso, o el dinero no se emplea de forma eficiente”, dice la edil.
Para Lorite, “no tiene sentido que el PP saque pecho diciendo que se va a gastar ahora 800.000 euros en arreglar calles cuando lo que queremos saber es qué ha pasado con los 3,5 millones que deberían haberse invertido el año pasado. Es querer darnos gato por liebre”. La concejala recuerda que el estado de estas vías principales es solo la punta del iceberg de la situación que viven los barrios y reclama para esta última e insuficiente partida de obras anunciada por el PP “un trabajo serio y riguroso, para que no tengamos que hacer las cosas dos veces”. Así pone como ejemplo la calle Álamos, que necesita urgentemente un arreglo tan solo un par de años después de haberse hecho obras. En este sentido, la edil conmina al PP a tomar nota de la situación en la que se encuentran estas calles y evalúe sus necesidades para ponerse manos a la obra con un plan de arreglo en el que además de los 3,5 millones de euros comprometidos para este año se destine una partida equivalente a lo que no se gastó en 2017 en reparación de calles. “Está claro que el parche de alquitrán o de cemento no es suficiente, lo que hay que hacer es un trabajo serio y duradero”, subraya.
CONSECUENCIA TAMBIÉN DE LA PEATONALIZACIÓN
La concejal advierte además que el estado de muchas calles se ha agravado con la puesta en marcha de la peatonalización sin previsión. “Al convertir calles secundarias en ejes esenciales para el tráfico se les ha olvidado planificar un trabajo de refuerzo del firme acorde con el flujo de vehículos que iba a usar una vez que se limitara la circulación por el centro”, dice la concejala. Lorite señala que esto es lo que ha ocurrido en puntos como la calle Vergara, que canaliza el tráfico de la zona Sur, que días antes de su asfaltado presentaba grandes socavones o las calles Madre Soledad Torres Acosta y Álamos, donde ya se aprecian las señales de la circulación que soportan, sobre todo la de autobuses urbanos de gran tonelaje. “Es otro ejemplo más de cómo se hacen las cosas al revés”, señala. Todo ello sin olvidar el barrio de Loma del Royo y el eje de las calles Sierra Mágina, Obispo Alonso Vera y La Luna, que esperan la llegada del prometido plan de asfaltado como agua de mayo, aunque el proyecto siga sin incluir Obispo Alonso Vera, una de las vías que peor está de esta zona.
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