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Unida a su pueblo

Por Esperanza Calzado - Abril 26, 2018
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Unida a su pueblo
Fotografías: Esperanza Calzado

Multitudinario traslado y ofrenda de flores a la Virgen de la Cabeza en uno de los actos más destacados del inicio de la romería

—Son las siete y diez y todavía no te has vestido.

—¿Pero a qué hora salía, a las siete o a las siete y media?

Da igual si era media hora antes o media hora después. Esa conversación entre dos hermanas se ha vivido en más de un rincón de Andújar. Los devotos afanándose en ponerse sus mejores galas para abrir la Romería de la Virgen de la Cabeza a lo grande. A las siete y diez la calle Ollerías ya era un hervidero de gente cámara y móvil en mano para inmortalizar el momento. La salida de la imagen de su ermita para recorrer los pocos metros que le separan de la Plaza de España y colocarla en un altar que, a estas horas de la noche, está rodeado de flores.

—Ya está con nosotros.

Elena López no puede contener la emoción y en sus ojos, ese brillo que atisban unas lágrimas que no pueden contenerse. Los anderos la sacan con mimo por la puerta para inmediatamente después elevarla hasta el cielo. El preámbulo perfecto para que a los devotos de La Morenita les pueda las ansias de que llegue el domingo. De momento, un traslado y una ofrenda floral marcada por su agilidad.

Apenas si eran las ocho y diez de la tarde, veinte minutos antes de lo previsto en el itinerario, cuando las flores empezaban a llegar al tapiz que con el paso de las horas lucirá en su máximo esplendor. El hermano mayor Ramón Pérez Melero se deshace en vivas, mientras que el flamante presidente de la Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza, Manuel Vázquez, no cesa de dar besos, abrazos y desear a todos sus paisanos una feliz Romería. Lo mismo el alcalde, Paco Huertas, que en el momento de colocar a la Virgen en su altar temporal no ha dudado en abrazar a ambos, en señal de comunión.

A partir de ese momento, un reguero de personas han ido a depositar sus flores, desde asociaciones como Aprompsi, hasta colegios como el Virgen de la Cabeza y particulares a cientos. Andando o en silla de ruedas. Esta vez no han hecho falta los paraguas, como el año pasado. Más bien, el abanico debido al calor. Los hay que han esperado a que de disipen las colas de gente, tomando un refresco en los numerosos "chiringuitos" que cada familia o grupo de amigos monta en una cochera o en un local. Cualquier lugar es bueno, porque a  Andújar, le da igual cómo. Lo importante es que Ella está con su pueblo y su pueblo está con Ella.

 

 

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