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Un gran regalo flamenco para unas bodas de oro en cuarentena

Por Javier Cano - Mayo 14, 2020
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La artista guarromanense María del Mar Ramírez baila 'Resistiré' a ritmo de tangos para sus padres, en especial, y para las víctimas del coronavirus, en general

"Justamente el 9 de mayo, el día que grabé este tema, hizo cincuenta años que mis padres se casaron, y no lo hemos podido celebrar debido a las circunstancias, así que he querido homenajearles un poco con esta coreografía. La han visto por vídeo y les ha gustado muchísimo, muy emocionados". No es para menos, menudo regalazo salido de lo más hondo, de lo mejor que atesora María del Mar Ramírez, la gran artista guarromanense del baile jondo. 

En estos largos días de cuarentena los sentires están a flor de piel y Ramírez, reconocida internacionalmente, ha tirado de arte para convertir una canción tan poco flamenca como Resistiré, todo un himno del confinamiento, en palo bailable por la gracia de su talento, en toda una declaración de intenciones: "Expreso la fuerza y las ganas de terminar ya con esta lucha, el seguir luchando hasta el final, que no decaiga nadie, que la tristeza no pueda superar a esa energía y esa fuerza", dice.

Dos hermosos objetivos: un tributo a sus padres para sus bodas de oro y, de paso, la expresión bellísima de un alma flamenca para gritarle al coronavirus que se vaya. No hay más que ver el vídeo (grabado por la firma jiennense Five O'clok Producciones) donde se pronuncia con su cuerpo, para darse cuenta de la rabia, de la verdad que suda "a ritmo de tres, como si fueran unos tangos": "Empecé a meter pasos y vi que encajaba perfectamente en ese ritmo a una velocidad un poco superior a lo que normalmente van los tangos; al escuchar el estribillo, sobre todo cuando dice la palabra 'resistiré', me daba mucha fuerza y me dieron muchas ganas de acompañarlos con unos giros, con saltos". 

Digna de un cuadro de Anselmo Miguel Nieto, sus giros, saltos, brazos arriba, su taconeo son las palabras del idioma con el que felicita y llora, a la par: "No he tenido ningún caso cerca, menos mal, pero me duelen exageradamente todos los casos que ha habido, tengo muchísima pena por la gente que ha muerto y por quienes están enfermos". La pena negra lorquiana, tan creativa en las manos, en los pies y hasta en la sombra de una bailaora que, profesionalmente, sí que ha sufrido el ataque de la pandemia:

"De manera total. Tenía ya muchas fechas cerradas para la primavera y el verano con la compañía; además doy clase en Guarromán, Baños de la Encina y La Carolina, con la Escuela de Flamenco de Andalucía, y tajantemente se ha cortado todo", lamenta María del Mar Ramírez, plena de esperanzas: "Yo me he puesto a estudiar cada día y a ensayar mucho con el fin de no perder la forma, pensando en el día en que vuelva, ese es mi objetivo". 

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