¿Cuáles son los lugares imprescindibles para visitar en Praga?

Un viaje puede cambiarnos la vida y la percepción que tenemos de la misma. Nos encontramos en el último trimestre del año y ahora que el calor ha dicho adiós, es el mejor momento para hacer una escapada. Afortunadamente, encontramos multitud de países que podemos descubrir con sus gastronomías, costumbres y culturas. Sin embargo, lo cierto es que Europa se convierte en un continente muy interesante por su extensa variedad de lugares que poder visitar. Praga se ha convertido en un destino que está muy de moda y gracias al hecho de poder contratar un free tour en Praga con GuruWalk hará que se convierta en una experiencia única. Para ello, debemos saber qué lugares conocer en este maravilloso país y por este motivo, en este artículo destacamos cuáles son los más significativos.

Lugares imprescindibles de Praga que no debemos perdernos

Cuando realizamos un viaje, lo primero que debemos hacer es organizarlo previamente para disfrutar de todas las posibilidades que nos ofrece. En este sentido, la capital de la República Checa es un destino que cautivará a las personas que decidan visitarlo. Está considerada como una de las más bellas a nivel mundial. Cuenta con un casco histórico realmente icónico, pero debemos visitarlo a primera hora de la mañana para evitar que haya mucha gente. De este modo podremos contemplarlo con todo lujo de detalles.

El primer lugar que debemos visitar es la Plaza de la Ciudad Vieja. El gran protagonista de este lugar es el reloj astronómico que hay que el antiguo ayuntamiento. Data del Siglo XV y se ha convertido en uno de los más famosos. Si hay un aspecto que destaca en el reloj es su parte inferior, donde encontramos un calendario astronómico. Para poder disfrutar de una foto sin gente, lo mejor es madrugar. Además de ello, es imprescindible que subamos a la torre del antiguo Ayuntamiento para contemplar una vista espectacular de la ciudad de Praga, pero deberemos reservar la entrada con antelación.

Otro lugar que debemos visitar es el Puente de Carlos. Se trata de un puente medieval con estatuas que une la Ciudad Vieja y la Ciudad Pequeña. Tal y como hemos indicado anteriormente, lo mejor es madrugar para verlo, puesto que hay mucha gente que cruza este puente y de este modo, no podemos disfrutar de su belleza. Otra opción es recorrerlo de noche, donde el paseo será aún más mágico.

Por otra parte encontramos el Barrio Judío. Se halla en la parte vieja de la ciudad y, si bien, no existe a día de hoy una gran cantidad de encanto del barrio antiguo, lo cierto es que merece la pena recorrer su cementerio y las seis sinagogas (la Alta, la Vieja-Nueva, la Maisel, la Klausen, la Pinkas y la Española).

Para los amantes de la cultura, el Clementinum será su sitio ideal. Vale la pena recorrer este sitio por su biblioteca barroca, además de por poder contemplar los frescos que hay en sus techos. El Clementinum consiste en un complejo de edificios históricos en el que también encontraremos la Torre Astronómica o la Sala de los Meridianos, entre otros.

Como ocurre en cualquier viaje, necesitamos descansar y relajarnos de tanto andar. Para ello, lo mejor es acudir al Monte Petrín y disfrutar de sus vistas. Se encuentra cerca del Castillo de Praga y tenemos la posibilidad de subir en funicular desde el barrio de Mala Strana. Además de ello, encontramos la Torre de Petrín, que tiene hasta 63 metros de altura para poder ver una vista de la ciudad inigualable. En caso de que viajemos con los más pequeños de la casa, podemos visitar el Laberinto de los Espejos para que también puedan disfrutar de ello. Praga es una de las ciudades europeas que mejor experiencia ofrece en lo que se refiere a viajar con los más pequeños. 

El Castillo de Praga es todo un referente y se convierte en el punto más visitado de esta ciudad por su belleza ay por el hecho de ser el más grande del mundo en su estilo. Se trata de un conjunto arquitectónico de edificios y lugares significativos como el Palacio Real o el Convento de San Jorge, entre otros. Por este motivo, la visita puede alargarse bastantes horas por lo que debemos ser selectivos a la hora de visitar este lugar en concreto. Lo más adecuado es acudir al Callejón de Oro y a la Catedral y en caso de que tengamos tiempo, visitar el resto. En el Callejón de Oro podremos disfrutar de unas fotos en sus casas de colores que son toda una maravilla. Por otro lado, la Catedral de San Vito de estilo gótico, cuenta con unas espectaculares vidrieras que no dejarán indiferente a nadie que decida contemplarlas.

Ahora que conocemos cuáles son los lugares más representativos de esta ciudad, es el momento ideal para hacer la maleta, meter ropa de abrigo y disfrutar de una ciudad espectacular en el corazón de Europa. De este modo, podremos volver a la rutina con una experiencia nueva y mágica.