Cerrar Buscador

"Somos una de las provincias con más festivales de España"

Por Fran Cano - Agosto 25, 2019
Compartir en X @FranCharro

Mariu Garrido Miranda (Jaén, 1983) es codirectora de la producción de Etnosur. Sabe de qué van los festivales: qué contenidos hace falta, cuánto cuestan y cómo están en la provincia de Jaén. La jiennense cuenta a este periódico que se la jugó con una socia: creó el Chavea Fest, un festival con fondos privados que le sirvió para tomarle el pulso al vínculo entre cultura y negocio.

Garrido admite que disfruta más detrás que delante de la cámara. Lo cierto es que le sienta bien el foco: el cabello rosa seduce y también el sosiego de una persona que habla de las expresiones culturales con respeto. La entrevista es en el centro de Jaén, justo después de que haya tomado fuerzas con el desayuno.

—¿Cómo se dio lo de trabajar en Etnosur?

—Fue por casualidad. Me presenté en 2002 gracias a que mi pareja estaba trabajando en el festival. En 2003 conseguí trabajar en la parte del cine: me dedicaba a controlar la entrada de personal. Me di cuenta de que era lo que me gustaba. Empecé a formarme y surgieron oportunidades en el equipo. Seguí por el asunto de las acreditaciones. Y desde hace cuatro años me encargo de la producción del festival.

—¿En qué consiste su trabajo como productora del festival?

—Nuestra empresa hace de enlace con el Ayuntamiento y con el resto de empresas que están vinculadas con el festival. Es mejor que diga qué es lo que no hago (ríe). Abarca todo. Por ejemplo, la reuniones con el Ayuntamiento para gestionar la seguridad y la limpieza. Trabajamos por equipos y todo debe ir muy coordinado.

—Tiene que ser muy diferente vivir el festival desde dentro, en la organización.

—Una de las cosas que echo de menos de Etnosur es no poder vivirlo. Soy un animal de oficina durante el festival. Paso mucho fresquito, pero no lo veo. Y me da mucha envidia, porque viene la gente a contarme lo bien que se lo pasa en el circo, en el Etnochill y en los talleres. Y yo estoy encerrada. Mi satisfacción es ver que la gente disfruta y que mi trabajo de un año posibilite que los espectadores se lleven un grupo nuevo en cada edición y disfruten con la cultura. Como espectadora, voy a los festivales que puedo. Es ocio, pero hay una parte profesional que está ahí: te fijas en cómo han hecho el montaje y cómo van los horarios, por ejemplo. La parte profesional siempre sale a flote.

—¿Qué tiene Etnosur que no tienen otros festivales de la provincias?

—Aparte del cariño que le tengo, no es el típico festival copiado y basado sólo en la música, que no sabes si estás en Málaga o Madrid. Etnosur tiene alma, y no todos los tienen. La gente que va se enamora. Ni me molesto en contar la programación cuando me lo consultan; les digo 'vengan y disfruten'. Te enamoras de Alcalá, de su gente, del circo y de todas las actividades. Y siempre descubres música nueva que añades a tu lista de reproducción.

—En Alcalá hay debate con el asunto de la gratuidad. ¿Una entrada simbólica con fines benéficos cambiaría la naturaleza de Etnosur?

—Los rumores siempre surgen cuando acaba Etnosur. Que si se lo llevan a otro pueblo, que si el festival desaparece o costará dinero. El Ayuntamiento este año ha comentado esa posibilidad de una entrada benéfica. Ahora estamos aún cerrando Etnosur 2019, y habrá que ver qué pasa el año que viene.

Mi visión es que es muy difícil poner una entrada simbólica, porque hay un alto coste: controlar aforos, 'pulserear' a personal, vender entradas y demás es un alto coste, también en infraestructura. Pero no es una decisión nuestra. Está por estudiar. Y es cierto que hay más fórmulas, como hacer nuevas formas de acampadas y un parquin. Todo está por ver con el equipo de Gobierno.

"NO PUEDES JUGARTE EL DINERO DE CASA PARA OFERTAR CULTURA SIN APOYO"

—Usted ha trabajado en Imagina Funk de Torres. ¿Qué destacaría de esta propuesta?

—Hay un gran equipo, con otra alma diferente, en el que es un gusto trabajar, aunque desde que soy madre tengo menos tiempo y a veces la producción no lo requiere. Se trabaja con otra tranquilidad, porque, como digo, hay un grandísimo equipo. Mi aporte ha sido en cosas específicas.

—¿Cree que aparecerán nuevas propuestas en otros municipios?

—Creo que somos la provincia de España con más festivales. Crecen como champiñones y es bueno que haya una amplia oferta cultural. El problema es que no existe una estructura para evitar, por ejemplo, que te coincidan tres festivales en un fin de semana. Y le hablo de festivales potentes. Es una pena tener que elegir.

—¿Le ve futuro a la iniciativa Jaén en Julio?

—Es una marca que viene del área de turismo de la Diputación muy interesante. Da a conocer no sólo a los municipios sino a la oferta cultural de la provincia. En los cinco festivales destaca la variedad. Me parece una apuesta arriesgada y bastante interesante.

—Estamos todavía en época de festivales. ¿Es posible hacer un festival sin el apoyo de las administraciones?

—(Se ríe). Yo lo intenté junto con una socia. Creamos el Chavea Fest, que era un festival para familias. No fue nada fácil. Llamamos a muchas puertas y lo sacamos adelante con la ayuda de amigos y de alguna empresa privada que apostó por nosotras. Pero es muy complicado. Cualquier negocio tiene su riesgo económico, y no soy de la opinión de que todo deba basarse en el dinero público. Pero sí que hace falta un pequeño respaldo, porque de lo contrario los pequeños empresarios o autónomos no pueden jugarse el dinero de casa para ofertar cultura y diversión a los demás.

"EL TELETRABAJO ME HA PERMITIDO CRIAR A MI HIJA"

—Trabaja también de gestora de emergencias sanitarias. ¿Cómo se dio ese puesto?

—La inestabilidad en el sector cultural hace que te plantees otros tipos de trabajo. Me presenté en un momento determinado, y aún sigo. Intento conciliar el empleo con mi faceta cultural.

—¿Y cómo lleva el asunto del teletrabajo?

—En mi caso me ha servido para poder criar a mi hija. Y eso ha sido una gran ventaja: he vivido a mi niña. El inconveniente es que no hay horarios. Si no pones freno, te pasas las 24 horas atendiendo correos y llamadas. Es estresante. Pero me quedo con la parte de la crianza. Hay que poner horarios, límites y saber gestionar el tiempo.

—Sobre la cultura jiennense, puede reivindicar o decir lo que quiera.

—No sabría por dónde empezar (risas). Tenemos por delante cuatro años de cambio político en Jaén y espero que haya nuevos aires y nuevas oportunidades. Todo el mundo tiene cabida en la cultura. Así que espero que haya más oportunidades para grandes, pequeños y personas que decidan lanzarse al mundo de la cultura.

Fotografías y vídeo: Esperanza Calzado.

He visto un error

Únete a nuestro boletín

COMENTARIOS


COMENTA CON FACEBOOK