El río Zumeta vuelve a la vida

Las obras de i-DE, deudora de una reivindicación ambiental prolongada en el tiempo, devuelven el caudal al río

Es unas de las imágenes de la cuarentena: chorros de agua fluyendo en el río Zumeta de Santiago-Pontones. La reivindicación prolongada medioambiental de colectivos como ACPES, AEMS-Ríos con Vida y Equo Jaén ha derivado en la obra pendiente y ya acabada de i-DE (Iberdrola): el primer reto, al menos, ya está conseguido.

Antonio Guirao, miembro de la AEMS-Ríos con Vida, fue el primer activista que alertó de la desertificación del Zumeta. A falta de caudal de agua, Guirao presionó con un 'caudal' de vídeos desde el terreno que alertaban del estado del río. Antes del Estado de alarma las últimas imágenes mostraban la zona como un lodazal de barro. La manifestación más numerosa se hizo en la central de Miller el 22 de septiembre del año pasado bajo el lema Por un Zumeta vivo.

"Yo hice el primer vídeo hace algo más de dos años. Ha sido una lucha de un paso hacia adelante y dos hacia atrás", cuenta a este medio Guirao, quien admite que cuando recibió el vídeo que aparece en la noticia lloró de emoción. "Sabíamos que las obras estaban adelantadas y parece que han ido a buen ritmo", dice.

Los trabajos arrancaron, aproximadamente, a finales de 2019, una vez hubo luz verde por parte de todas las autoridades competentes, y sobre todo de la Confederación Hidrográfica del Segura. Las riadas han sido uno de los obstáculos de una obra que, en palabras de Guirao, es sencilla. "Valoro mucho la actitud proactiva de la empresa y espero que el mantenimiento del caudal continúe en el futuro", expresa.

Para cumplir el plan hidrológico es imprescindible que la Confederación del Segura habilite las estaciones de control debajo de la presa. "Ahora desconocemos cuántos litros salen. Este caudal debe estar verificado por un mecanismo que esté conectado con el Sistema Automático de Información Hidrológica de la CHS", concluye.

El paisaje del Zumeta está protegido por la Red Natura 2000 y está enmarcado dentro del Parque de Cazorla, Segura y Las Villas. Hay quienes, como Guirao, cuentan los días para que acabe el confinamiento y poder visitar el río, felizmente renacido.