El éxito del Linares Deportivo, talento al servicio del proyecto

El hito del Linares Deportivo refuerza la comunión entre jugadores, técnicos, directivos y afición, triunfadores con los últimos ascensos

Hay conquistas cuyos argumentos son el trabajo, el esfuerzo y la planificación. Otras, más efímeras, responden a genialidades puntuales. El ascenso del Linares Deportivo a Primera RFEF está ligado al primer caso, cuando el talento queda subordinado a la importancia del proyecto. Nadie en el ya extinto Subgrupo de los azulillos ha sumado un punto más que ellos.

La dirección deportiva se encontró al término del curso pasado con un cambio que sorprendió quizá más fuera que dentro de Linarejos: Juan Arsenal, el técnico que había ascendido a Segunda B a un equipo indomable en Tercera, no siguió con el primer equipo y su puesto lo ocupó Alberto González.

Meses después, el equipo sigue ganando y ha irrumpido con fuerza en el escenario de la nueva categoría bisagra entre la Segunda B y la Segunda División. Es decir, el cambio de entrenador no cuestionó la idea central: ser un equipo competitivo, muy vertical tanto con el técnico de Albacete como con el preparador malagueño. Tampoco han influido o al menos no se han notado en el rendimiento de la plantilla las vicisitudes de la pandemia, con la ausencia de espectadores como constante hasta los últimos alivios de aforo.

Jesús Medina, presidente de la entidad azulilla, y Miguel Linares, director deportivo, son los principales autores de una obra que funciona en el césped gracias al talento de hombres claves en todas líneas como Josema, Rodri, Fran Carnicer, Fran Lara, Toni García y Hugo Díaz, entre otros. La competitividad en el plantel eleva el tono de un conjunto cada vez más seguro. "Es más fácil destacar cuando todo el equipo está bien", concedió el 14 azulillo en una entrevista con este periódico.

El Linares Deportivo arrancará la segunda fase de la competición con 33 puntos. El nuevo tramo del curso invita a un reto mayúsculo, impensable a principios de la temporada, soñar con llegar hasta donde el equipo pueda. Quién sabe. El fútbol, ese viaje semanal a la infancia (Javier Marías dixit), brinda una alegría a una ciudad castigada por males endémicos y otros recientes. En Linarejos hay un proyecto deportivo cada día más reforzado. La (mejor) sensación en el club es que la idea prevalece más allá de si entra o no la pelota. Así se disfrutan los triunfos y no habrá drama en las derrotas.