Miriam Martos ante el placer de un partido amistoso de balonmano
La canterana del GAB Jaén alterna el cadete con el juvenil y es una de las mejores lanzadores del club
Ha sido un año tan diferente y caótico por el virus que hasta un amistoso es una alegría. Lo confirma Miriam Martos Ruiz (Torredelcampo, 2005), canterana del GAB Jaén, lista para medirse al equipo de Puente Genil (Córdoba) en un partido en el que, previsiblemente, deberá llevar la mascarilla. Otra vez.
Miriam Martos pertenece el grupo de jugadoras acunadas en el Balonmano Torredelcampo y que más tarde formaron parte del GAB Jaén por la extinción del equipo torrecampeño. Les ocurrió lo mismo a María del Mar Selas, María Maldonado y María Isabel Martínez. "Al principio, cuando llegamos al nuevo equipo, se hizo un poco raro, porque estábamos acostumbradas a Torredelcampo, pero después nos aclimatamos y todo fue muy bien", expresa la canterana en declaraciones a este periódico.
Martos alterna el cadete y el juvenil, y destaca en los lanzamientos, sobre todo cuando juega de pivote. Explica que en su posición hace falta tener fuerza, a menudo choca con las rivales y hay que saber cómo sortearlas.
El campeonato con el cadete no ha sido el mejor, pero los resultados son lo de menos en un año tan convulso, otra vez condicionado por el virus. "Es muy complicado jugar con las mascarillas", señala.
Estudiante de cuarto de la ESO en el IES Miguel Sánchez de Torredelcampo, el futuro inminente de la joven está en el Bachillerato Tecnológico. Se imagina como profesora de Matemáticas. Y en el GAB por muchos años. "Me gustaría ser entrenadora y formar parte del club", sentencia.
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